Una falsa carta alerta de bombas de ETA colocadas en teléfonos móviles y llaveros
La misiva lleva ya años circulando a través de correos electrónicos
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Los correos electrónicos son utilizados por determinados grupos o individuos para crear falsas alarmas o sembrar leyendas urbanas. Uno de los más preocupantes, y más después de la ruptura de la tregua por parte de ETA, alerta de la colocación de explosivos en teléfonos móviles y en llaveros por parte de la banda terrorista.
El escrito utiliza el membrete del Ministerio del Interior y se presenta como un oficio de la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil. Su encabezado es: “Alerta sobre teléfonos móviles bomba”.
A continuación, se desglosan una serie de consejos y advertencias en las que desaparece por completo el lenguaje formal: “No recojáis ningún móvil que encontréis y leed esto atentamente: por determinadas ciudades españolas, incluyendo Madrid, Barcelona y Valencia, se están preparando atentados indiscriminados con los detonadores robados en Grenoble por ETA”.
Según la falsa carta, “el modus operandi es acompañarlos de unos gramos de dinamita e insertarlos en teléfonos móviles, llaveros, etc... que luego se abandonan por las calles”. “Tiene potencia suficiente como para arrancar una mano”, asegura el escrito.
La redacción un tanto infantil, el trato de “tú”, el hecho de que se refiera a los detonadores robados “recientemente” en Grenoble (cuando el robo se produjo en el 2001) ya son señales de un posible bulo que busca “pánico social”. Los membretes, sellos, nombres, firmas y fecha reciente (abril del 2007) tienden, por otro lado, a darle algo de credibilidad. Aunque si se fija bien, los sellos oficiales están demasiado mezclados…
El problema es que la carta se multiplica exponencialmente, como suele ocurrir con los casos de leyendas urbanas. Contiene algunos elementos de aparente realismo y otros de alarma que hacen que muchas de las personas que la reciben en sus cuentas de correo electrónico decidan rebotarla a sus círculos de amistades, que a su vez hacen lo mismo. Así, millones de personas acaban por conocer su contenido en poco tiempo y acaba por asumirse que es algo cierto.
La misiva lleva ya años circulando a través de correos electrónicos
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Los correos electrónicos son utilizados por determinados grupos o individuos para crear falsas alarmas o sembrar leyendas urbanas. Uno de los más preocupantes, y más después de la ruptura de la tregua por parte de ETA, alerta de la colocación de explosivos en teléfonos móviles y en llaveros por parte de la banda terrorista.
El escrito utiliza el membrete del Ministerio del Interior y se presenta como un oficio de la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil. Su encabezado es: “Alerta sobre teléfonos móviles bomba”.
A continuación, se desglosan una serie de consejos y advertencias en las que desaparece por completo el lenguaje formal: “No recojáis ningún móvil que encontréis y leed esto atentamente: por determinadas ciudades españolas, incluyendo Madrid, Barcelona y Valencia, se están preparando atentados indiscriminados con los detonadores robados en Grenoble por ETA”.
Según la falsa carta, “el modus operandi es acompañarlos de unos gramos de dinamita e insertarlos en teléfonos móviles, llaveros, etc... que luego se abandonan por las calles”. “Tiene potencia suficiente como para arrancar una mano”, asegura el escrito.
La redacción un tanto infantil, el trato de “tú”, el hecho de que se refiera a los detonadores robados “recientemente” en Grenoble (cuando el robo se produjo en el 2001) ya son señales de un posible bulo que busca “pánico social”. Los membretes, sellos, nombres, firmas y fecha reciente (abril del 2007) tienden, por otro lado, a darle algo de credibilidad. Aunque si se fija bien, los sellos oficiales están demasiado mezclados…
El problema es que la carta se multiplica exponencialmente, como suele ocurrir con los casos de leyendas urbanas. Contiene algunos elementos de aparente realismo y otros de alarma que hacen que muchas de las personas que la reciben en sus cuentas de correo electrónico decidan rebotarla a sus círculos de amistades, que a su vez hacen lo mismo. Así, millones de personas acaban por conocer su contenido en poco tiempo y acaba por asumirse que es algo cierto.
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